La amistad y otros amores - Newsletter #374 |
La amistad y otros amores - Editorial
Para
continuar con esa manía antigua de encontrar diferencias y no
similitudes, diré en este comienzo que lo que diferencia a los humanos
de los animales es... el lujo <Las siete maravillas del mundo>.
Un escritor que no nombro –porque estoy en duda entre si fue un inglés del siglo XIX o un mexicano del XX <
Literaturas>-
dijo que el lujo es anterior a la necesidad, que la gente antes se
cubrió de adornos y tocó los tambores y luego atendió a su sustento <
El hombre y el arte en el Paleolítico y el Neolítico>.
¿Y qué es el lujo sino el sobrante de la necesidad?
Sin
embargo, pienso que hay lujos que me hacen humana, y "más" humana, y
lujos que me hacen descender en la escala, a veces mi avidez para
conseguir determinados esplendores me relega a mucho menos que a la
tierna simplicidad de un animal <
Sobre evolucionismo y comportamiento humano>.
Las crueldades del lujo
El planeta es intenso y múltiple, todo lo que está en danza dentro y fuera de él lo es <
El Planeta Tierra>.
Y todo me atrae, y todo quiero tenerlo: un prado, un río, una montaña con su oro, una selva con sus árboles y animales <
La herencia cultural de nuestros antepasados aborígenes – Costa Rica>.
No
soy yo sola la depredadora, el mal viene de lejos, es tan antiguo como
mi especie, leo una respuesta que dio hace años Marguerite Yourcenar
<
Universitas magistroni et scolarium> a un reportero:
"...Platón
explica ya que el Ática de su tiempo se había vuelto seca y semiárida
porque le habían cortado los árboles durante la guerra del Peloponeso,
para devastar los territorios enemigos o construir flotas. Luego, la
costa dálmata fue talada por la república de Venecia, que necesitaba
materia prima para sus navíos. De allí el cambio del clima, el
empobrecimiento del suelo, etc. Los antiguos se equivocaban como
nosotros" <
Guerra del Peloponeso>.
Me
digo a mí misma que –con mayor conciencia que "los antiguos" a fuerza
de escuchar noticias y catástrofes- necesito consumir menos por simpatía
con la gente, que necesito lujos que no desgasten a la tierra, como la
música, el arte y la amistad.
Me digo también que debo utilizar
otro "lujo" para poder vivir: la filosofía, tal como lo propone Séneca,
llevándola a mi vida cotidiana, sintiendo, a medida que me desprendo de
las cuestiones materiales más groseras, que la dicha alumbra, que
necesito menos cosas materiales y, a la vez, mayor bienestar <
Teorías éticas: los grandes autores>.
Las cosas materiales suelen pesar tanto como una enorme piedra atada por una soga al cuello.
Me
digo que debo ser agradecida con todo lo que crece en el mundo, y
amiga, en lo posible, de todos los humanos -por ejemplo, de ustedes, a
quienes por no saber cómo llamarlos nombro como "mis lectores", que han
creado este espacio de fraternidad entre "diferentes" -diferentes por
religión, por sexo, por edad <
Mínimas diferencias culturales entre México y Japón>.
Los invitamos a participar de la Segunda Conferencia Iberoamericana de Historiadores e Historia de Universidades,
organizado por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la
Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", a
desarrollarse en la ciudad de Pinar del Río, Cuba, del 20 al 24 de
octubre de 2008. Más información aquí.
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