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Cuadernos y cuadernos, grafomanía y felicidad



Algunas reflexiones contingentes y cotidianas que he dejado caer en mis cuadernos a lo largo de los años (Reflexiones del lenguaje), me traen preguntas que en el momento en que las escribí seguramente sabía responder (¿Cómo hacer preguntas de manera inteligente?) Aparte, mi inveterada costumbre de agregar, tan molesta para algunos -¡oh Vancho, y también José Itriago!-, uno que otro tragaluz poético, los hace más enigmáticos para mí misma (Lenguaje poético).

Luego están las cosas que sin duda pensaba presentar como guiones de programas (¿televisivos?) (El guión televisivo y el guión radial); digo, no lo recuerdo en absoluto, pero eso parecen (Olvido). De esos "guiones" alguna vez transcribiré alguno.

Recorrer esta enorme cantidad de cuadernos librados al azar y que el azar algunos días me devuelve cuando busco otras cosas -como el arbitrario mar devuelve dentaduras y alhajas (El azar)- me da una gran felicidad (La Felicidad). Comprendo las insalvables imperfecciones de mi escritura y además lo perfecto que es vivir aun imperfectamente (La Vida).

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Por Mora Torres.
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Bebo, e invito a beber a la luna


  
Frase de la semana
"Con la libertad, las flores, los libros y la luna, ¿quién no sería perfectamente feliz?"
-Oscar Wilde
En una vieja antología de poetas chinos (La producción de textos escritos), encuentro este magnífico verso de Li Po (El nenúfar azul):
“Bebo solo, e invito a beber a la luna. Con ella y con mi sombra seremos tres”. (Subgénero poético, nuevos estilos).
Según la misma antología: “Li Po está conceptuado como uno de los más grandes poetas chinos, y es también al que más conoce el Occidente. Nació en 701 y murió en 762. Ocupó altos puestos en la Corte y llegó a ser favorito del Emperador. Ebrio, cayó en desgracia y fue alejado. Hizo entonces una vida de vagabundo. Gran bebedor, quiso el destino, según la leyenda, que una noche de embriaguez cayese al río y muriese ahogado… en agua” (El vino como elixir sagrado…).
Copio para ustedes, como un mensaje secreto (Mensajes subliminales)  otro poema que me conmueve de Li Po:
“Una noche me hallaba aspirando el aroma de las flores a orillas del Ken Lo y la brisa me trajo el sonido de una flauta distante.
“Para responderle, con una caña me fabriqué otra flauta y lancé su sonido a la estrellada noche.
“Desde entonces supieron las aves, a la hora del crepúsculo, que existían dos seres desconocidos conversando en una lengua que las aves comprenden”. (Tal como nosotros, los habitantes de este blog.)
La gente y su sombra
El nombre del blog de Osvaldo es de lo más apropiado como subtítulo… (De amor y de sombra).
En una entrada de hace unas semanas conté al pasar que escribí -tiempo ha- un conjunto de poemas llamado “Si sueñas con Li Po”. La historia de ese conjunto y no los poemas es lo interesante, porque lo redacté al ritmo de algo bastante extraño que me estaba ocurriendo: llamadas de un desconocido por teléfono (Phishing), durante meses y meses, un desconocido que me conocía, que me describía y hablaba de cómo estaba vestida yo en ese momento, etc. A la vez que aquello me ocurría, yo atravesaba por ese tiempo lo que llamaré “la crisis Li Po”: quería y no quería leer a este poeta que todos mis amigos nombraban y sentía que cuando lo leyera algo me iba a pasar, muy bueno o muy malo (Crisis existencial).
Todo era supersticioso, alentado por las llamadas del extraño (Astrolocología).
Pero Osvaldo Bonini -tienen que ver su blog en este sitio, “La gente y su sombra”- insiste en conocer aquellos poemas míos nacidos a la sombra no de la luna sino de Li Po bajo la luna.
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Por Mora Torres.



Sugerencias del Lector
Lecturas (Opiniones)
Todos los errores de Bush, por: Salman Rushdie
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Cultura Organizacional orientada hacia la Calidad - Permite a la dirección comprender y mejorar las organizaciones
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=147035
Formalización legal de los diseños arquitectónicos en Perú - Evaluar diseños arquitectónicos según lo requieren las leyes de construcciones
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=147047
Empresa, Economía y Negocios
Ensayo de Gerencia de Proyectos (Project management) - Historia, definición, liderazgo, proyectos
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Vocabulario de Contabilidad - Un glosario
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Computación e Internet
Diccionario de Informática - Terminología técnica
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Internet invisible y web semántica - Sistemas de información en línea: ¿futuro?
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=147007

Ciencia y Tecnología
El análisis de objetos en tecnología - Una presentación multimedia
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146645
La paradoja de los gemelos de la teoría de la relatividad de Einstein - Un ensayo científico
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146862
Salud
La aplicación del masaje y sus manipulaciones - Calidad de vida de pacientes
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146911
Sistema de actividades físicas recreativas educativas - Para jóvenes alcohólicos
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146926
Política e Internacionales
La reforma energética y el entorno económico de México - Política, economía y desarrollo
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146981
La desigualdad social - Una nota introductoria
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146825
Educación, Cultura y Sociedad
Ciencia, racismo y colonización en la academia moderna - Un enfoque filosófico-pedagógico
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146910
Proyecto de innovación pedagógica - Aprendiendo a emprender
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=146907

Encadenados -


  
Frase de la semana
"Todo está dicho ya; pero las cosas, cada vez que son sinceras, son nuevas."
-José Martí
Cuando el cartero entregaba el sobre con estampillas de poco valor (Las clasificaciones de los sellos) ya se presentía algo no muy claro… uno que tiene tanta tendencia a encontrar atmósferas de brujería y de fantasmas (Hechicería e imaginario social).
Lo tenía en la mano unos instantes antes de abrirlo, con negras dudas (Las dudas).
¿Se trataría de una amenaza, un obsesivo con pasiones perversas o una puñalada encubierta? (Armas).
Algo como un perfume ominoso, un borrón gris, demoraban el momento de enterarse de qué se trataba. ¡Tantas posibilidades y, con seguridad, ninguna buena!
Cadenas
Hay muchos tipos de cadenas que encadenan de diferente forma -hasta en el himno de mi país las hay, pero “rotas” (La revolución en la música y la música en la revolución).
Están aparte las cadenas solidarias que funcionan muy bien en situaciones de desastre o epidemias -funcionan mejor, mucho mejor que los gobiernos (El fortalecimiento del valor solidaridad en estudiantes…).
Y la cadena perpetua, que merecen los asesinos y otros delincuentes mayores, y hasta me atrevería a decir que se hacen acreedores a ella los “escribidores” de cadenas.
Sé que esto último es una exageración, y sin embargo…
Sin embargo, suelen hacer muchísimo mal las cadenas, volverte el día de soleado en negro, plantarte dudas en el corazón de cualquier certidumbre (”y si la rompo, ¿no me sucederán cosas horribles?”) -aunque sea por un rato.
Fatalidades
Ahora Internet fatalmente -con o sin voluntad de hacerlo- las propicia.
Recibo cientos de cadenas por semana, algunas de apariencia tan inocente que se diría que las dictó un bebé.
Ninguna es inocente. Y si alguien rompe el encantamiento -es decir, no les envía el archivo de marras a cinco, diez, quince o veinte personas de su conocimiento, o no- incontables miserias asolarán su vida, que se prepare.
Esto y una amenaza son bastante similares en intención.
Reyes y reinos desaparecidos
Recibí un mensaje -electrónico (El correo electrónico)- que explica en detalle la caída y la desgracia del zar Nicolás y su familia, en 1917. Parece escrito por Rasputin.
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Por Mora Torres.

 
 
 
Sugerencias del Lector
Lecturas (Cuento): Las Hadas - Cuento clásico de Charles Perrault.
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturainfantil/cuentosclasicos/lashadas.asp
 
El principio de legalidad y los actos administrativos - Derecho Administrativo Cubano.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145180
 
Astronomía - Una presentación multimedia interesante.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145095
 
Empresa, Economía y Negocios
La importancia del tiempo en la competitividad de las empresas - Un viraje en el enfoque.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144998
 
Los costos de subactividad - Tendencias actuales sobre su tratamiento.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144935
 
Computación e Internet
Historia del computador - Un recorrido introductorio.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144945
 
El proceso de evaluación del estado técnico-constructivo de los puentes - Software.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144944
 
 
Ciencia y Tecnología
Sistema experto en diagnóstico médico basado en síntomas de los pacientes - Tecnología aplicada a la medicina.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145097
 
Diseño e instalación de una planta de reciclaje de basura - Plástico, papel y vidrio.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144820
 
Salud
Hematuria intermitente - Caso clínico.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144895
 
Actualizacion en Lepra - Historia, bacteriología, tipos y tratamientos.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144894
 
Política e Internacionales
La ideología del fin de la ideología - Enfoque político-filosófico.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145099
 
Innovación y competitividad: de las políticas a la implementación - Políticas económicas públicas.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145101
 
Educación, Cultura y Sociedad
Comprensión de lectura - Soluciones para un obstáculo generalizado.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145035
 
Esquema general para la organización de una investigación académica - Tres fases.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=144979

 

A ELEGIA DE ABRIL (1941)

A ELEGIA DE ABRIL (1941)


Poucas vezes me vi tão indeciso como neste momento, em que uma revista de moços me pede iniciar nela a colaboração dos veteranos. Seria mais hábil lhe ceder um desses estudos especializados, que salvasse em sua máscara os meus louros possíveis de escritor. Mas ainda conservo das minhas aventuras literárias, aquela audácia de poder errar, com que aceitei de um dos moços que me convidaram a este artigo a sugestão de falar sobre a inteligência nova do meu país. E confessarei desde logo que não a sinto muito superior à de minha geração. Nós ainda tínhamos muito presentes, e praticadas mesmo em nossos anos de rapazes,as tradições da cabeleira. Ainda ouvíramos, e usáramos um bocado, a boêmia dos cafés e a cor nevosa do absinto. Mas de um acorde de Debussy, de uma opinião de Wilde ou de Gide, da corte de Guilherme II, para um ritmo batido de Strawinski, um assunto de Rivera e os companheiros de Hitler, vai tal antagonismo, que as melhoras da inteligência brasileira não me parecem satisfazer às exigências do tempo e da nacionalidade.É certo que sob o ponto-de-vista cultural progredimos bastante. Se em algumas escolas tradicionais há muito atraso junto aos núcleos de certas faculdades novas de filosofia, ciências e letras, de medicina, de economia e política, já vão se formando gerações bem mais técnicas e bem mais humanísticas. Há um realismo novo, um maior interesse pela inteligência lógica, que se observa muito bem nisso de serem agora mais numerosos os escritores que iniciam carreira escrevendo prosa e interessados só por ela, quebrando a tradição do livrinho de versos inaugural. Esta melhoria sensível de inteligência técnica se manifesta principalmente nas escolas que tiveram o bom-senso de buscar professores estrangeiros, ou mesmo brasileiros educados noutras terras, os quais trouxeram de seus costumes culturais e progresso pedagógico uma mentalidade mais sadia que desistiu do brilho e da adivinhação. A modos que sempre fui um subalterno Cherubini, desconfiado dos geniais e dos meninos-prodígios... Sempre é certo que as poucas vezes em que fui chamado a servir publicamente, só o preparo das coletividades em mais alto nivelamento me preocupou. Assim agi quando foi da reforma do Instituto Nacional de Música. 
Assim agi no programa de expansão cultural do Departamento de Cultura e por isso tanto me detestaram os geniosos do a solo resplendente. E ainda faz pouco, tendo o Sr. Ministro da Educação me pedido um anteprojeto para uma escola de belas-artes, se já, mais pacificado em minhas experiências, cedi um jardinzinho de exceção aos gênios em promessa, o pressuposto que determinou meus conselhos e formas, foi o de um alto nivelamento artesanal.Sou sim pelo nivelamento das coletividades. Não pelo nivelamento por baixo, que se percebe acada close-up do nosso ramerrão educativo, mas por um elevado nivelamento cultural da nossa inteligência brasileira, que evite a falsa altura, tão comum entre nós, dos arranha-céus... em taipa de mão. E por isso não me desagrada a modesta consciência técnica com que a escola de São Paulo se afirma em sua macia lentidão, na pintura como nas ciências sociais, ajuntando pedra sobre pedra, amiga das afirmações bem baseadas, mais amorosa de pesquisar que de concluir. Mas esta primeira diferença grande me parece pouco.Da minha geração, de espírito formado antes de 1914, para as gerações mais novas, vai outra diferença, esta profunda, mas pérfida, que está dando péssimo resultado. Nós éramos abstencionistas, na infinita maioria. Nem poderei dizer "abstencionistas", o que implica uma atitude consciente do espírito: nós éramos uns inconscientes. Nem mesmo o nacionalismo que praticávamos com um pouco maior largueza que os regionalistas nossos antecessores,conseguira definir em nós qualquer consciência da condição do intelectual, seus deveres para com a arte e a humanidade, suas relações com a sociedade e o estado. A pressão dos novos convencionalismos políticos posteriores ao tratado de Versalhes, mesmo no edênico Brasil se manifestou. Os novos que vieram em seguida já não eram mais uns inconscientes e nem ainda abstencionistas. E tempo houve, até o momento em que o Estado se preocupou de exigir do intelectual a sua integração no corpo do regime, tempo houve em que, ao lado de movimentos mais sérios e honestos, o intelectual viveu de namorar com as novas ideologias do telégrafo. Foia fase serenatista dos simpatizantes.Desse período curto, mas suficientemente longo para afetar qualquer noção moral de inteligência, é que estamos sofrendo os efeitos. Favorecida pela ignorância e pelo despoliciamento cultural, a verdadeira tradição nova que a fase dos simpatizantes nos deixou,foi essa maldição que poderá se chamar de "imperativo econômico da inteligência"! Estarei por acaso muito escuro e desconhecedor das realidades, afirmando ver gorda maioria dos intelectuais de agora tomar esse imperativo econômico por sua norma de conduta e única lei?O Estado proibira as serenatas com que o simpatizante acordava a sua vizinhança e lhe deixava na insônia o retrato das Rosinas adventícias. Mas a intelectualidade se ajeitou fácil.Tirou das terminologias em moda sua nova fantasia arlequinal de conformismo: esta dolorosa sujeição da inteligência a toda espécie de imperativos econômicos. 
A inconsciência de minha geração, se não a absolve, a fataliza — homem de um fim-de-século em que, meu Deus! no Brasil não repercutia nada! Mas para o intelectual de agora não é possível mais invocar o estado-de-graça da fatalidade. Pois então rebatizaram à maluca, lhe deram sexo mais dominador: são Imperativos Econômicos que passam! E chuviscam agora esses cômodos voluntários dos abstencionismos da complacência. Ia acrescentando "e da pouca vergonha", mas me refreei a tempo. Na verdade os homens de pouca vergonha aparecem em qualquer época,muito embora as condições sociais do intelectual contemporâneo e o adubo dos imperativos econômicos estejam se demonstrando muito favoráveis à proliferação de semelhantes cogumelos.Com efeito: alguns, e serão por acaso os melhores?... desgostados da vida, mal ferido sem seu sentimento humano pelas guerras, se retiram para o seu rincão de ciência, pagam como édever o imposto sobre a renda, apenas mui gratos se alguém lhes concede publicar algum documento precioso ou descobrir uma nova estrelinha do céu. Outros, menos abstencionistas e bem mais complacentes, gostam de pagar a quem lhes paga, trocando primogenitura e muitos elogios falados e escritos, pelos tomates de alguma situação vitaminosa. Não são bois alçados,como os primeiros, se preferem pingos ensinados.Os terceiros não existe vivente que se lhes compare no reino animal. Mudam de ideais a qualquer notícia, não resistem ao sopro de qualquer brisa. Mas que podem fazer se carecem de pão, se precisam pagar o médico da família? Pão e doença, filho gripado e mulher grávida, são hoje para a inteligência os mais fáceis avatares do cinismo moral. E um forte número desses pretensos intelectuais são verdadeiros vácuos de ignorância. Mas como se cultivar se lutam pela vida!... A luta pela vida não é mais, como no dicionário oitocentista, um propósito de trabalho ede vitória do mais forte: é a glorificação da incompetência. A tanto chega o predomínio das palavras sobre os homens... E se vê intelectuais, sem o menor respeito pelas glórias conquistadas, mudarem de diretrizes, da meia-noite para o meio-dia, servindo aos interesses mais torvos. No sentido da sua dignidade moral, a inteligência brasileira se transformou muito, passando da inconsciência social, para a consciência da sua condição. Mas não creio tenhaha vido melhoras. Se do meu tempo o mais que se possa dizer é que foi amoral, hoje grassa na inteligência nova uma freqüente imoralidade.Se contemplamos a paisagem artística o que salta abundantemente aos olhos é aimperfeição do preparo técnico. O experimentalismo dos "modernistas" de minha geração já por várias partes se confundia com a ignorância e foi defesa de muitos. Mas ainda a maioria dosmeus contemporâneos vinha de costumes mais enérgicos em que não se passava por decreto. Etodos os que resistiram ou parecem resistir à filtragem dos anos, foram técnicos honestos desuas artes.Mas a esse experimentalismo artístico veio logo se ajuntando um perigo ainda maisconfusionista e sentimentalmente glorioso, a tese da "arte social". Amontados nesta minerva(minerva ou mercúrio?...) da fase dos simpatizantes, não houve mais ignorância nemdiletantismo que não se desculpasse de sua miséria, como se a arte, por ser social, deixasse deser simplesmente arte.Foi bem fatigante a experiência que tive, fazendo da técnica o meu cavalo de batalhanas críticas literárias do Diário de Notícias. Não deixei de ser compreendido, o fui até muito bem pelos culposos, embora eles não pudessem atingir toda a extensão do meu pensamento.Muito poucos perceberam a lógica de quem, tendo combatido, não pela ausência, mas pelaliberdade da técnica num tempo de estreito formalismo, agora combatia pela aquisição de umaconsciência técnica no artista, ou simplesmente de uma consciência profissional, num períodode liberalismo artístico, que nada mais está se tornando que cobertura da vadiagem e doapriorismo dos instintos. 
Outro forte caso a lembrar seria o do surgimento de numerosa poesia católica que outracoisa não faz senão se comprazer do pecado, mas isto já me parece mais um efeito que causa. Acausa é mais grave e mais tradicional também: esta absurda e permanente ausência de pensamento filosófico, de uma atitude filosófica da inteligência, entre os nossos intelectuais. Oscientistas se refugiam no laboratório ou na exposição sedentária das doutrinas alheias. Osartistas não têm onde se refugiar, mas se disfarçam com ingenuidade no padrão da arte social.Se acaso pretendemos saber o que os nossos intelectuais pensam dos problemas essenciais doser, se fica atônito: não há o que respigar nas obras de quase todos e muito menos em suasatarantadas atitudes vitais. Não existe uma obra, em toda a ficção nacional, em que possamos seguir uma linha de pensamento, nem muito me¬nos a evolução de um corpo orgânico de idéias. E por isso causouenorme mal-estar e logo travou-se em torno dele a conspiração do silêncio, mesmo dos que odeviam atacar, o aparecimento, a verdadeira aparição fantasmal, de um Otávio de Faria que,certo ou errado, se apresentava romanceando sobre um núcleo de idéias organizadas em sistema.E é por esta falha várias vezes secular de espírito filosófico que são tão raros os "casos" nainteligência do Brasil, e ela se manifesta com vasta fraqueza de poder dramático e ausênciaquase total de concepção satírica. Ninguém castiga. Ninguém previne. Ninguém sofre.Isto é, sofre sim! Me esquecia do sofrimento humano criado, ou pelo menos largamentedesenvolvido na ficção contemporânea do Brasil, esse herói novo, esse protagonista sintomáticode muitos dos nossos melhores novelistas atuais: o fracassado. De uns dez anos pra cá, sem amenor intenção de escola, de moda literária ou imitação, numerosos escritores nacionais se puseram cantando (é bem o termo! ...) o tipo do fracassado.Observo mais uma vez não estar esquecido de que pra se dar entrecho, há sempre umqualquer fracasso a descrever, um amor, uma terra, uma luta social, um ser que faliu. Um DomQuixote fracassa, como fracassam Otelo e Madame Bovary. Mas estes, como quase todos osheróis da arte, são seres dotados de ideais, de ambições enormes, de forças morais, intelectuais,físicas, representam tendências generosas ou perversivas. São enfim seres capazes de se impor,conquistar suas pretenções vencer na vida, mas que no embate contra forças maiores sãodominados e fracassam. Mas em nossa literatura de ficção, romance ou conto, o que estáaparecendo com abundância não é este fracasso derivado de duas forças em luta, mas adescrição do ser sem força nenhuma, do indivíduo desfibrado, incompetente pra viver, e que nãoconsegue opor elemento pessoal nenhum, nenhum traço de caráter, nenhum músculo comonenhum ideal, contra a vida ambiente. Antes, se entrega à sua conformista insolubilidade.Quando, ao denunciar este fenômeno, me servi quase destas mesmas palavras, julguei lhedescobrir algumas raízes tradicionais. Hoje estou convencido de que me enganei. O fenômenonão tem raízes que não sejam contemporâneas e não prolonga qualquer espécie de tradição.Talvez esteja no Carlos do Ciclo da Cana de Açúcar a primeira amostra bem típica destefracassado nacional. Nos lembremos ainda do triste personagem de Angústia.,. Já numa crônicaa respeito, pude enumerar mais um herói de Cordeiro de Andrade, nada menos que seis outrosnum romance de Cecílio Carneiro; e além destes fracassados cultos, outro caipira, do escritor Leão Machado, e um nordestino do povo, figura central do Mundo Perdido de Fran Martins.Poucos tempos depois topava outra vez com o homem nos Fragmentos de um Caderno deMemórias, do contista mineiro Francisco Inácio Peixoto. Logo após vinha o Eduardo, deMenotti dei Picchia, e alguns dos personagens de Saga. Em seguida era o fazendeiro, de LuísMartins. E com os últimos meses, posso acrescentar mais três retratos ilustres a esta galeria pestilenta: um, impressionantemente exato, descrito por Osvaldo Alves na maior estréia de1940, Um Homem fora do Mundo; e os dois principais "inocentes" de Gilberto Amado, numlivro bem irregular mas de grave importância : o Emílio e essa estranha criação, figurarealmente apaixonante em seu mistério, Faial, o moço que dotado de todas as forças a tudorenuncia da vida existente e foge, criar o seu imaginário mundo num sertão fora do mundo. Não é possível aceitar esta freqüência de um tipo moral, em nossa ficção viva, sem lhereconhecer uma causa. E fui grosseiro no enumerar apenas os retratos mais francos do protótipo.Com alguma sutileza, era ainda possível recensear mais delicadas modalidades dele nas obrasde outros importantes escritores nacionais. Os que indiquei me bastam para afirmar que existeem nossa intelectualidade contemporânea a preconsciência, a intuição insuspeita de algumcrime, de alguma falha enorme, pois que tanto assim ela se agrada de um herói que só tem como
elemento de atração, a total fragilidade, e frouxo conformismo. E se o Carlos de Lins do Rego, éo mais emocionantemente fraco, se o Cristiano, de Osvaldo Aíves, o mais irrespiravelmenteirresoluto: eu creio que o Faial, como Gilberto Amado o propôs nas análises que fez da suacriatura, é o que mais convida a pensar, forte, belo, dominador, com todas as probabilidades devitória, mas que se anula numa conformista desistência e vai-se embora. Vai-se embora praPasárgada?...Porque os poetas, por isso mesmo que mais escravos da sensibilidade e libertos doraciocínio, ainda são mais adivinhões que os prosistas. Já em 1930, a respeito do Vou-meembora prá Pasárgada de Manuel Bandeira, pretendi mostrar que esse mesmo terna dadesistência estava freqüentando numerosamente a poesia moderna do Brasil. Se o complexo deinferioridade sempre foi uma das grandes falhas da inteligência nacional, não sei se as angústiasdos tempos de agora e suas ferozes mudanças vieram segredar aos ouvidos passivos dessamania de inferioridade o convite à desistência e a noção do fracasso total. E não é difícilimaginar a que desastrosíssima incapacidade do ser poderá nos levar tal estado-de-consciência.Toda esta literatura dissolvente será por acaso um sintonia de que o homem brasileiro está às portas de desistir de si mesmo?Eu sei que há diferenças e melhoras na inteligência nova do meu país, mas não consigo percebê-la mais enérgica nem muito menos dotada de maior virtude. Nós, os modernistas deminha geração, sacrificávamos conscientemente, pelo menos alguns, a possível beleza dasnossas artes, em proveito de interesses utilitários. A arte se empobrecia de realidades estéticas,dissolvida em pesquisas. Experimentações rítmicas, auscultações do subconsciente, adaptaçõesnacionais de linguagem, de música, de cores e formas plásticas, de crítica — tudo eraminteresses que deformavam a isenção e o equilíbrio de qualquer mensagem. Então fomosdescobrir, mais nas revistas de combate que nos livros de filosofia, a palavra salvadora (sempreo perigo das lustrosas palavras...) que acalmava as nossas ambições estéticas maltratadas: pragmatismo. Aquilo, gente, eram pragmatismos também! Eram as necessidades da hora, asverdades utilitárias porque nos sacrificávamos, tão mártires como os que se iam cristianizandochineses.O mal não era assim tamanho pois que a nossa consciência permanecia eminentementeestética, mas a desgraça é que a palavra deslumbrou. E deslumbrou demais numa terra ecoletividade pouco afeita a estudos conscienciosos e que, se libertando aos poucos de suastradições religiosas, não se preocupava de preencher o vazio ficado com uma qualquer outraconceituação moral da inteligência. Só é verdade o que é útil, e toca o zabumba ensurdecedor dos pragmatismos. Pragmatismo ou displicência nova? E o intelectual se passa de galho emgalho, de árvore em árvore, na estilização mais nacionalista possível da dança do tangará. Isso:uma intelectualidade coreográfica, inspirada na quadrilha dos "imperativos econômicos", onde,só se executa, com desilusória monotonia, o passo do changez de places e o tour au vi-à-vis. Aminha pífia geração era afinal das contas o quinto ato conclusivo de um mundo, e representava bastante bem a sua época dissolvida nas garoas de um impressionismo que alagava as moraiscomo as políticas. Uma geração de degeneração aristocrática, amoral, gozada, e, apesar darevolução modernista, não muito distante das gerações de que ela era o "sorriso" final. E tevesempre o mérito de proclamar a chegada de um mundo novo, fazendo o modernismo e emgrande parte 1930. Ao passo que as gerações seguintes, já de um outro e mais blindadorealismo, nada têm de gozadas, são alevantadas mesmo, e já buscam o seu prazer no estudo e nadiscussão dos problemas humanos e não... no prazer. Mas não parecem agüentar o tranco da suadiferença. A severidade dos costumes, a rusticidade dos amores e tendências, o número pequenode preceitos-tabus, próprios das civilizações em começo, e de que são exemplos próximos, oinício da civilização norte-americana, e em nossos dias a Rússia e a Alemanha, nada disto se percebe em nossa geração atual. Antes, por muitas partes, ela continua a devassidão genérica domeu tempo. Nós, enfim, éramos bem dignos da nossa época. Ao passo que vai nos substituindouma geração bem inferior ao momento que ela está vivendo.Talvez seja necessário que as inteligências moças mais capazes se esqueçam por completo das elásticas verdades transitórias e revalorizem o ideal da verdade absoluta. Não seráeste o mais patriótico...pragmatismo nacional? E possível acreditar sem fé. Acreditar é muitasvezes um ato de caridade. E se o homem não pode viver sem seus mitos, imagino que seriasublime os mais capazes, mesmo sem fé, se porem na religião da uma só verdade. Fazerem da verdade absoluta o seu mito e o seu estágio de purificação. Ou de superação. Não convém àinteligência brasileira se satisfazer tão cedo de suas conquistas. A satisfação, como a felicidade,é um empobrecimento. E a palavra de Goethe não deverá jamais ser esquecida: superar-se.Imagino que uma verdadeira consciência técnica profissional poderá fazer com que noscondicionemos ao nosso tempo e os superemos, o desbastando de suas fugaces aparências, emvez de a elas nos escravizarmos. Nem penso numa qualquer tecnocracia, antes, confio é na potência moralizadora da técnica. E salvadora... Essa mesma técnica que se salvou Sócrates eRikiú pela morte, salvou Fídias, salvou o Bach da Missa em Si Menor, salvou os medievais, osegípcios e tantos outros, dentro da mesma vida. O intelectual não pode mais ser umabstencionista; e não é o abstencionismo que proclamo, nem mesmo quando aspiro aorevigoramenro novo do "mito", da verdade absoluta. Mas se o intelectual for um verdadeirotécnico da sua inteligência, ele não será jamais um conformista. Simplesmente porque então asua verdade pessoal será irreprimível; Ele não terá nem mesmo esse conformismo "de partido",tão propagado em nossos dias. E se o aceita, deixa imediatamente de ser um intelectual, para setransformar num político de ação. Ora, como atividade, o intelectual, por definição, não é umser político. Ele é mesmo, por excelência, o out-law, e tira talvez a sua maior força fecundante justo dessa imposição irremediável da "sua" verdade.Será preciso ter sempre em conta que não entendo por técnica do intelectualsimploriamente o artesanato de colocar bem as palavras em juízos perfeitos. Participa datécnica, tal como eu a entendo, dilatando agora para o intelectual o que disse noutro lugar exclusivamente para o artista, não somente o artesanato e as técnicas tradicionais adquiridas pelo estudo, mas ainda a técnica pessoal, o processo de realização do indivíduo, a verdade doser, nascida sempre da sua moralidade profissional. Não tanto o seu assunto, mas a maneira derealizar o seu assunto. Que os assuntos são gerais e eternos, e entre eles está o deus como oherói e os feitos. Mas a superação que pertence à técnica pessoal do artista como do intelectual,é o seu pensamento inconformável aos imperativos exteriores. Esta a sua verdade absoluta.E junto desta técnica intelectual, talvez devêssemos obedecer mais à sensibilidade. Umacircunstância incontestável da vida é que, premidos por ela, nós exercitamos quotidianamente anossa inteligência, não pra elevarmos a vida às suas alturas filosóficas, a uma qualquer interpretação dela, mas pra justificarmos os nossos próprios atos. A diferença quotidiana entre oexercício da inteligência e o da sensibilidade, é que esta se quotidianiza, vira costume, seesquece de si, se esquece do amor, dos sentimentos, ao passo que a inteligência jamais esquecede se exercer, na justificação malabarística dos nossos quotidianos descaminhos. O sentimento,em nós, vira "costume", e é por causa deste enfraquecimento da sensibilidade que se criou o diaritual do aniversário, em que nos relembramos, no ar de festa, que o amor existe e o sentimentoexiste. E então nesse dia, não é só o te-deum e a seda que o homem oferece aos seus amoresdivinos e profanos, mas uma aproximação mais grave e mais sentida. Imagino que será de muito benefício para o intelectual brasileiro, especialmente nos momentos decisórios de suas atitudesvitais, ele auscultar mais vezes a sua sensibilidade. Desde que, entenda-se bem, não continuemesse conselho da sensibilidade, considerações justificadeiras da inteligência quotidiana e seusimperativos. Neste sentido, é possível afirmar que, pelo menos em períodos tão precários deintegridade humana como o que atravessamos, a sensibilidade é que é insensível, metalicamenteditatorial em seus mandos, ao passo que a inteligência é a mais enceguecedora das paixões.Porque mais pervertida e mais fácil de se perverter a si mesma. Não tive a menor pretensão de dar nestas linhas, um remédio às angústias novas dainteligência brasileira contemporânea e mesmo de alguns aspectos e problemas dela não tratei por não poder fazê-lo. Lembrei apenas alguns motivos de pensamento e análise que talvez a possam levar a maior dignidade. Há vinte anos atrás, se me perguntassem o que valia mais, se oautor, se a idéia, eu responderia sem hesitar que o autor. Agora já não sei mais, vivo incerto. Ohomem é coisa sublime, porém se as idéias prevalecessem sobre os homens, já de muito que a paz teria pousado sobre a terra. E ando saudoso da paz.


Seamos "princesas" y "principes" felices - Editorial

Seamos "princesas" y "principes" felices -  Editorial

  
Frase de la semana
"Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas."
-José Martí
Mis ojos devoran cuanto encuentran en busca de una idea para llevarles cada jueves, desde un ropero completamente blanco, un ropero que contiene papeles que pueden capturar toda mi historia, hasta estantes de libros de diversas encuadernaciones y tamaños <Función social de la Biblioteca Pública>.
En los estantes de libros, de pronto se detienen en uno de donde sale una vocecilla como en los cuentos árabes sale un mago de una botella <La “Nación Árabe”>.
Se trata de las obras completas de Oscar Wilde <Fidelidad y coherencia>, entonces me detengo a escuchar una de las anécdotas, es en verdad no un cuento escrito sino una “anécdota” que contaba Wilde en los salones, como si hubiera sucedido:
Lloraban todas las flores, todos los árboles y piedras el día que Narciso se ahogó <Mitología griega>.
Le pidieron entonces al río que les prestara agua.
El río preguntó para qué.
Le contestaron que sus lágrimas se habían secado pero querían seguir llorando por la pérdida de la hermosura increíble de Narciso, ya que por eso lo habían amado tanto.
El río contestó que él había amado mucho más que ellos a Narciso, y que gastaría su agua en sus propias lágrimas para llorarlo, pero que ignoraba que hubiera sido tan bello.
Le preguntaron –flores, árboles y piedras- si no lo había advertido cada vez que Narciso se asomaba a mirarse a su superficie.
Y el río contestó que no, que no lo había advertido, y que amaba a Narciso porque cada vez que se inclinaba sobre él para admirarse, él –el río- podía observar su propia hermosura en las pupila enormes, transparentes, límpidas de Narciso.
Mucho más que corbatas
Como asegura con encanto wildeano Jorge Luis Borges <Borges, el cuentista>, Oscar Wilde no fue sólo un señor que se ocupaba de corbatas y de fiestas.
Aunque sea más conocido por lo que en su época se denominó “el gran escándalo” –que le costó la cárcel, la infamia , y finalmente la muerte a los 45 años-, Wilde poseía sentido de la estética, profundidad filosófica, gran capacidad como crítico literario, enorme talento como narrador y como poeta y un “charme” por encima de cualquier circunstancia –sus circunstancias no tuvieron tonos intermedios: fueron la felicidad o la desgracia <El retrato de Dorian Gray>.
En sus últimas épocas, en sus años de tribulaciones e infortunios, se encontraba viviendo en París en un hotelito de los que todavía guarda esa ciudad –un miserable “aguantadero”- donde pasaba mucho frío y , algunas veces, hambre.
Sin embargo, dos o tres amigos solían invitarlo a sus veladas, uno de estos amigos era la gran Sara Bernhard <Historia y evolución del teatro universal> -quien lo fue hasta el final de la vida de nuestro autor.
Ella lo acercó cierta noche a una actriz cuya belleza había sido de gran fama en el mundo entero, ya bastante madura en ese momento, y Wilde dijo esta galantería como presentación: “Qué curioso... ¿puede decirme por qué tiñe su cabello de blanco?”.
Juegos de máscaras y de poesía
Parafraseando a Wilde, debo decir que creo que todos los que “peinamos canas” en este blog –según aseguran varios participantes, somos muchos-, lo hacemos porque tuvimos el capricho de teñirnos el cabello de blanco.
De otro modo no podrían explicarse nuestras pasiones juveniles, como el juego de máscaras, los juegos de artificio y el juego de “tomar el té con la poesía los jueves” que es este blog.
Hay diversas edades y ocupaciones aquí, pero en definitiva todos somos... jóvenes poetas, título resplandeciente por el que debemos considerarnos muy felices.
No soy yo en especial la musa o la más creativa o apasionada, ¡son ustedes!, basta leer los comentarios para asombrarse, ¿alguien pensó alguna vez que en Internet hubiera gente discutiendo tan acaloradamente por el bien, por el mal, por la religión, por la poesía, por “Itaca”?

Por Mora Torres. 



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